Ya hemos visto cómo las primeras demostraciones del cinematógrafo se hacían a muy poquita gente en salas pequeñas donde se ponían unas cuantas sillas y se improvisaba una pantalla. La gente que iba a ver las primeras películas no tenía ni idea de lo lejos que iba a llegar ese nuevo invento. Ni siquiera sus propios creadores podían imaginarse que su aparato se convertiría en una de las formas más importantes de entretenimiento en el futuro.
Por eso, al principio, las películas se mostraban en ferias ambulantes o en teatros de variedades como parte de su espectáculo. Estas “salas de cine” no se parecían en nada a las salas de cine de ahora. Eran tiendas de campaña con sillas de madera y una especie de tela que hacía de pantalla. Tampoco eran demasiado seguras y eso era muy importante porque los materiales que se utilizaban entonces para hacer y proyectar películas eran muy, pero que muy inflamables (eso significa que pueden arder fácilmente). De hecho, en alguna ocasión se produjeron accidentes que llegaron a causar muchos muertos.
Unos años después, cuando el cine ya se había convertido en un espectáculo bastante popular, empezaron a crearse las primeras salas especializadas. Fue en Estados Unidos y se llamaban Nickelodeon. El nombre venía de juntar la palabra nickle (la moneda de cinco centavos que costaba la entrada) y odeón (una palabra griega que significa teatro bajo techo). El primer nickeodeon se creó en la ciudad de Pittsburgh y tenía 96 asientos.
¿Cómo eran estos primeros cines? Normalmente eran pequeños (comparados con las salas de cine que se crearon después) y tenían espacio para no más de 200 personas (aunque había algunos que tenían espacio para 1.000). Las sillas eran de madera y la pantalla colgaba de una pared negra. A un lado de la pantalla ( y a veces debajo) se colocaba el piano ya que las películas eran mudas y necesitaban de acompañamiento musical. En esta primera etapa, también se hizo importante la figura de los explicadores, que también se colocaban al lado o detrás de la pantalla e iban explicando a la audiencia lo que pasaba en la película.
Los nickelodeones empezaron a surgir como setas por todas partes y, solo en Estados Unidos se crearon 8.000 en dos años y 26 millones de personas los visitaban cada semana.
Los nickelodeones empezaron a morir, víctimas de su propio éxito: al volverse un entretenimiento tan popular e ir creciendo las ciudades, empezaron a necesitarse cines más grandes y mejor acondicionados. Además, cono las películas fueron haciéndose más largas, las entradas doblaron su precio, pasando a costar 10 centavos. Los nickelodeones dieron paso a las salas de cine y estas a su vez a las multisalas. Pero esa ya es otra historia.
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