¿Quién fue?

Katharine Hepburn

La estrella invencible

Cabezota, deslenguada, trabajadora y misteriosa. Así fue Katharine Hepburn, una de las mejores actrices de la historia. Vivió como quiso y así se metió al mundo en el bolsillo.

No tenía más de seis años cuando acompañaba a su madre a repartir folletos para conseguir el voto de las mujeres. Ella repartía globos. Y no paraba hasta que conseguía su objetivo: si algún paseante se hacía el despistado, ella lo perseguía hasta que aceptaba el regalito.

Katharine Hepburn nació en una buena familia de gente muy educada y preocupada por los demás. Su padre era un médico que, además de curar enfermedades, enseñaba a las personas que tenía que hacer para evitar ponerse enfermos. Su madre luchó toda su vida para conseguir el voto de las mujeres. Los dos defendían la igualdad entre hombres y mujeres en un mundo donde nadie creía en esa igualdad.

Un día, se cortó el pelo y pasó una temporada vistiéndose como un chico y haciendo que la llamaran Jimmy. Decía que ellos podían divertirse más. En una época en la que las mujeres lo tenían bastante más difícil que los hombres para hacer lo que quisieran, ella lo tuvo claro: sería libre, independiente y no dejaría que nunca, nadie, le dijera lo que tenía que hacer.

«Puso de moda un nuevo tipo de mujer: decidida, moderna y deslenguada».

Y así creció y se crió Katharine Hepburn: libre, independiente y luchadora. Era una súperatleta. Se le daban bien todos los deportes: tenis, natación, patinaje, equitación. Pero a ella le encantaba el teatro. Y a ello dedicó todas sus energías, que eran muchas. Al principio no le fue muy bien. De su primera obra, la echaron al acabar el estreno. Al parecer era demasiado rebelde. Pero ella no se dejó vencer. Siguió estudiando y haciendo papeles pequeños hasta que un día le hicieron una prueba para una película y salió bien. Un año después había ganado su primer Oscar.

Puso de moda un nuevo tipo de mujer: decidida, moderna, deslenguada. No se conformaba, pisaba fuerte y llevaba pantalones. Cuando no había películas para ella, las buscaba. Cuando quisieron encarcelar a sus compañeros por sus ideas políticas, les defendió firmemente. Cuando las malas lenguas empezaron a decir que era veneno para la taquilla, ella les demostró que no.

Hizo comedias maravillosas junto a actores como Cary Grant o Spencer Tracy: Historias de Filadelfia, La fiera de mi niña, La mujer del año, La costilla de Adán… En ellas, casi siempre interpretaba a mujeres como ella: fuertes e independientes. Y lo mejor: las mujeres la imitaban. También demostró a todo el mundo que las actrices mayores son capaces de protagonizar películas y ponernos a todos los pelos de punta. Lo hizo, por ejemplo, en El león en invierno, Adivina quien viene esta noche o En el estanque dorado. Por todas estas películas, que hizo con más de 60 años, ganó un Óscar.

Con cuatro Óscar, es la actriz que más estatuillas ha conseguido en la historia. Aunque nunca fue a recogerlos. Katharine pensaba que en estas ceremonias lo único que importaba era cómo ibas vestido y eso no le gustaba nada. Por eso, la única vez que fue (para presentar un premio honorífico) lo hizo el pijama (un pijama elegante, eso sí).

Y así fue Katharine Hepburn, una mujer que nos enseñó mucho fuera y dentro de la gran pantalla.

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