Una comedia loca y perfecta
PARA PINICULEROS DE
+ de 9 años
PINÍCULAS PARA
Morirse de la risa
Una chica rubísima y guapísima que canta y toca el ukelele; dos músicos, muertos de hambre, que se visten de mujer para esconderse de unos gánsteres que quieren matarlos; un millonario tarado y muy simpático que se enamora de uno de ellos; un falso millonario que quiere enamorar a la chica rubia del ukelele… ¡Vamos! Un lío tremendo que provocará grandes carcajadas y enseñará a los niños que en esta vida… “nadie es perfecto” (excepto, por supuesto, esta peli).
DE QUÉ VA
Jerry y Joe son dos músicos sin trabajo que una noche, por casualidad, son testigos de una matanza entre bandas rivales de la mafia. Perseguidos por los gánsteres, que quieren eliminarlos, deciden disfrazarse de mujer y entrar en una banda musical femenina para escapar de los malos. Los problemas empezarán cuando conocen a Sugar, una chica guapísima que canta en la banda. Joe (que ahora es Josephine) se enamorará de ella y se hará pasar por millonario para conquistarla. Mientras, un millonario de verdad se enamora de Daphne (que en realidad es Jerry disfrazado de mujer). Un lío tremendo que provocará todo tipo de situaciones locas.
QUÉ LES GUSTARÁ A LOS PADRES:
Los dobles sentidos, los chistes, la chispa, un ritmo trepidante que no decae y unas interpretaciones grandiosas, tanto del trio protagonista (Marilyn lo borda), como de los personajes secundarios (especialmente Oswood y la directora de la orquesta).
QUÉ ADORARÁN LOS NIÑOS:
Los más pequeños disfrutarán con los gags de los chicos vestidos de chicas, las persecuciones locas, los enredos y los números musicales.
VEREDICTO
Una comedia muy divertida para iniciarse en el maravilloso mundo de Billy Wilder.
¿SABÍAS QUE…?
Marilyn Monroe, la chica que interpreta a la guapísima e inocente Sugar, era una actriz muy buena pero bastante tardona y despistada. Mientras estaba en su camerino, se entretenía tanto hablando con su peluquero, su maquillador y su profesora de teatro, que llegaba tardísimo al rodaje de sus escenas. El director de la película y el resto de los actores se enfadaban bastante con ella porque siempre les hacía esperar. Además, le costaba mucho trabajo aprenderse los diálogos y tenían que repetir mil veces cada escena. Bueno, mil veces es una exageración, pero 40 o 50 veces sí. Una de las escenas, en la que Marilyn solo tenía que decir la frase “¿dónde está el coñac?”, tuvo que rodarse más de 60 veces. Desesperado, el director le puso carteles con la frase pegados por todas partes, pero ni así lo conseguía.
La frase final de la película (que se ha convertido en una de las escenas más famosas de la historia del cine), no gustaba mucho a los guionistas (los guionistas son quienes escriben las frases y las cosas que pasan en una peli). Era el final de un chiste muy popular en esa época y lo escribieron porque no se les ocurría nada y esperaban poder cambiarlo más adelante. Finalmente, no lo hicieron. Y menos mal, porque el tiempo ha demostrado que sí que era una frase perfecta. Acuérdate de esto la próxima vez que no se te ocurra nada para acabar esa obra de arte en la que trabajas. A veces, aunque no lo parezca, las mejores ideas son aquellas que aparecen de pronto, sin pensar demasiado en ello.
UN POCO DE HISTORIA
La ley seca y la matanza de San Valentín.
Con faldas y a lo loco se ambienta en los años de la “ley seca”, una ley que ha dado muy buenos momentos y películas al mundo del cine. También llamada la “prohibición”, fue una ley de Estados Unidos que prohibía la fabricación y la venta de bebidas alcohólicas. Esto provocó la aparición de grupos organizados de criminales (los gánsteres o mafiosos) que fabricaban o conseguían el alcohol a escondidas para venderlo también a escondidas y ganar mucho dinero. La gente que quería tomar vino, whisky o cualquier bebida con alcohol lo hacía en bares secretos o clandestinos llamados speakeasy. En la primera escena de la película podemos ver un poco de todo esto: la persecución policial a los mafiosos que llevan las botellas de alcohol ocultas en un ataúd y el bar escondido en la funeraria donde tocan los protagonistas.
Con faldas y a lo loco utilizó en su argumento un hecho real terrible que sucedió en Chicago en el año 1929: la matanza de San Valentín. Se la conoce con ese nombre porque sucedió la mañana del 14 de febrero, cuando Al Capone, el gánster más famoso de todos los tiempos, ordenó a sus hombres que eliminaran a una banda rival. Disfrazados de policías, se colaron en el garaje donde estos estaban trabajando y fingiendo que iban a detenerlos les pusieron contra la pared y les acribillaron a balazos. En la película, los protagonistas se encuentran en ese garaje y son testigos de la matanza. Por eso tienen que escapar disfrazados de mujer.